jueves, 20 de noviembre de 2008

I LOVE ANA BOLENA!!!



Y sin embargo se mueve

Anna Bolena Meléndez

“PASTELITOS” CALLEJEROS


Diariamente se reproducen y amenazan la salubridad de las calles mexicanas, los perros callejeros. Amo y respeto profundamente a los animales, y esto me hace estar en completo desacuerdo con el poco énfasis con que se trata este problema en México. Por las calles vagan un promedio de tres millones de perros sin hogar, sin alimentación, sin ningún tipo de control en su salud, sumando 600 toneladas de desechos que vagan en pequeñas moléculas por el ambiente, tomando como sede nuestros organismos y provocando enfermedades, como la salmonelosis, la tifoidea e infecciones en nuestro sistema respiratorio. Sin embargo, es de saberse también, que esas 600 toneladas no son únicamente de los perros cósmicos (o callejeros), se suma a esta cantidad la desconsideración de dueños que dejan el “pastelito” adornando las banquetas y áreas de parques comunes donde juegan niños.

No tenemos una cultura de tenencia animal. Adoptar o comprar un cachorro es una responsabilidad seria, no se trata de servir de guardería de cachorros hasta que pierden su encanto de bebés y comienzan a destruir nuestros zapatos. Cualquier perro debe ser educado para salir a hacer sus necesidades, con el fin de que no destruyan todo lo que se pone enfrente y para aprender a convivir con su nueva manada humana. Si se piensa en adquirir un animal, se debe contar primordialmente con el tiempo para atenderlo, con un lugar confortable para que viva y con la certeza que se ha pensando y repensado el llevar a casa a un nuevo integrante de la familia, el cual deberá permanecer con nosotros hasta el último de sus días. No podemos seguir regalando perritos a nuestros niños ni adoptando animales para, después, botarlos a la calle sin consideración alguna. Son 400 perros los que mueren diariamente en condiciones de crueldad extrema, en estos lugares que llaman antirrábico y que son, más que una perrera, la antesala del infierno.

¿Por qué no salvar la vida de los que ya gozan de ella?, ¿cuál es la necesidad de la raza en un perro si solamente lo queremos como compañía? Existen numerosos criaderos que sacan cantidades grandísimas de dinero promoviendo la sobrepoblación canina en nuestra ciudad, tiendas de mascotas que mantienen encerrados, en pésimas condiciones, a cachorros y varios refugios que se metieron en la bella labor de recogerlos de las calles, curarlos si es necesario, esterilizarlos y mantenerlos mientras alguien los adopta. ¿Qué es lo correcto por hacer?

Estos refugios cada día se abastecen más de animales. Mientras, los criaderos siguen dando a luz decenas de cachorritos, entonces la gente compra su labrador con cinco diferentes “pedigrees”, que es más o menos como un perro con PHD..., para después darse cuenta de que no puede tenerlo en casa y la salida más sencilla es abrirle la puerta y dejarlo a merced de la hostilidad callejera. Esto hace que los animales se sumen al 70% de cachorros que nacen y son abandonados sin compasión. Ese perro procreará cuantas veces se le cruce una perra en celo, el cual llega cada seis meses, por lo tanto cada hembra puede tener alrededor de 15 perritos por año, lo que hace una suma de 150 perros durante la vida de una hembra cósmica que vagarán por las calles y serán víctimas de crueldad, hambruna, frío, pero, sobre todo, rebosando nuestra ciudad de desechos que nadie recoge.

Los diputados deben implementar leyes más concretas y serias en cuanto a las mascotas, sin embargo, creo, que todo esto es cuestión de educación para los dueños. La poca gente que recoge los desechos de sus animales los envuelven en bolsas de plástico, las cuales tardan 150 años en biodegradarse; no obstante, la solución está en nuestras manos como dueños: una bolsa de papel estraza tarda entre tres y 12 semanas en desaparecer, y las podemos comprar por cientos en cualquier mercado de la ciudad.

Todo es cuestión de culturizarnos como sociedad, de crear leyes rigurosas que castiguen con ahínco a quienes cometan el delito de la crueldad animal, pero no sólo esperar a que el gobierno actúe, tomemos las riendas, ayudemos con lo que está en nuestras manos y eduquemos a la gente a nuestro alrededor.

No tenemos otro mundo al que nos podamos mudar. Gabriel García Márquez.

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